El ecosistema de medios de pago en la actualidad ofrece una variada oferta a los consumidores, entre medios físicos y electrónicos. Esto ha hecho que se anime un debate que ha propuesto un antagonismo entre el dinero en efectivo, por ejemplo, y los medios de pago electrónicos. No obstante, las cifras demuestran que el efectivo es y seguirá siendo el principal medio de pago en Colombia en el corto y mediano plazo, debido no solo al fuerte arraigo por su uso y beneficios, sino gracias a su relevancia económica.
En primer lugar, no se puede olvidar que el efectivo cumple un rol vital en la economía, al ser una de las principales herramientas de política monetaria de los países. Por esto, el debate sobre el futuro del dinero en efectivo está girando en torno a cómo involucrarlo en procesos de innovación, en la mejora constante de la infraestructura de aprovisionamiento de efectivo para satisfacer la demanda y en la protección de datos de los usuarios.
Según Guillaume Lepecq, experto en medios de pago y director de Cash Essentials, un futuro sin efectivo traería numerosas consecuencias negativas, dado que este no es solo un medio de pago sino una herramienta que cumple una función a nivel social y económico. Lepecq indica que, aunque la probabilidad de que esto suceda es baja, se debe tener en cuenta que una desaparición del efectivo afectaría la eficiencia y la equidad en el acceso a medios de pago, impactaría la resiliencia que el efectivo provee a la economía y ralentizaría la recuperación económica a largo plazo.
Revisando la situación en Colombia, las cifras de uso de efectivo volvieron a niveles anteriores a la pandemia, según los datos del XI Informe de Tendencias de Medios de Pago de Minsait. Entre el aumento de efectivo circulando en la economía, la amplia aceptación de este medio en todos los sectores económicos y la preferencia de los consumidores por su inmediatez y facilidad en controlar gastos, el efectivo tuvo una recuperación en 2021. Dicho informe indica que el efectivo en Colombia fue usado por el 80,6% de los consumidores en 2021 y registró una preferencia de uso de 36% por encima de otros medios como tarjetas y transferencias.
El futuro del efectivo no es su desaparición. Es erróneo plantear un antagonismo entre medios de pago digitales y el dinero en efectivo, como si estos no pudieran coexistir. El ecosistema de medios de pago debe ser diverso, ofreciendo múltiples opciones que respondan a las necesidades de los diferentes tipos de consumidores y empresas, garantizando así accesibilidad, equidad y libertad de elección.